Educador de Gatos

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La historia de Maya & Noa

Por Pili Gutiérrez

Este escrito es, en primer lugar para agradecer a Jordi todo lo que hizo por nosotros y, en segundo lugar para intentar ayudar a todo aquel que quiera leerlo. Somos Carlos y Pili, tenemos un bebé y una gata llamada Maya. Todo empezó hace unos 3 meses cuando decidimos adoptar a otra gata (Noa) para que le hiciera compañía... Siempre habíamos sabido que Maya era especial...cuando digo especial me refiero a que nos la encontramos abandonada con 10 dias y desde el principio no siempre tolera las caricias, es muy comodona (la marquesa la llamamos) y es bastante distante de todo aquel que no seamos nosotros.

Cuando vino Noa, la reacción de Maya fue bufar y enfadarse. Pasaban los días y la aproximación parecía imposible...Maya la perseguía y le bufaba continuamente y yo, histérica perdida, chillaba cada vez que las veía encararse, la reñía e incluso llegue a encerrarla en una habitación algún ratillo que otro. Les separamos la comida, la caja de las cacas y cualquier cosa que pudiera suponer un enfrentamiento.

Cuando Jordi vino, solo verlas nos dijo que tenía fácil solución. Cuatro consejos y poco más hizo falta... Resulto que en lugar de intentar separarlas para que no se enfrentaran como hacia yo, había que intentar unirlas mediante el juego para que vieran que era mas divertido estar juntas que separadas... Fue coger un cordoncillo y llamarlas y empezaron a jugar tras el cordón sin darse cuenta de que estaban compartiendo actividad.

De vez e cuando se bufaban pero seguían jugando sin darle más importancia. Jordi me enseño a mantener la calma ante las situaciones de enfrentamiento comprobando que si yo mantenía la calma, las gatas también lo hacían y si yo chillaba las gatas se alteraban aun mas.

Así que cada noche cogemos unos juguetes y pasamos un rato en familia el peke, Carlos, Maya, Noa y yo. Creo que nos sirve de terapia a todos y pasamos un rato agradable. Dos semanas después de la visita de Jordi, las gatas dormían a menos de un palmo de distancia y dejaron de bufarse casi totalmente... Ahora es frecuente ver como se persiguen jugando una tras la otra. Comen juntas y beben juntas también. Se intercambian las cajas de las cacas y no tienen ningún tipo de problemas.

Así que, de nuevo, muchísimas gracias por ayudarnos a convivir con nuestros bichos. Sin ti no lo hubiésemos conseguido, Jordi. Un beso de parte de toda la familia!!