Vadú y Lucas
per Eva Rudilla
Adoptamos a Vadú cuando solo tenía 3 semanas, su madre no lo quería amamantar y nos hicimos cargo de él. Siempre ha sido un gato poco cariñoso y no demasiado juguetón, pero aún así estábamos locos con él y verle crecer fue una experiencia increíble.
Pasado algún tiempo nos empezó el gusanillo de adoptar a otro gato y así Vadú no pasaría tantas horas solo. Así que cuando Vadú tenía 3 años decidimos adoptar a Lucas con 9 meses. Fuimos a verlo a su casa de acogida un par de veces y yo enseguida me enamoré de Lucas, tengo debilidad por los gatos negros. Era muy tranquilo y tenía una carita de buenazo!!
Cuando llegamos a casa hicimos las presentaciones y Lucas se emocionó muchísimo al ver que allí había otro gato. El amor no fue mutuo y Vadú no lo podía ni ver!! Le bufaba todo el rato!! Todo el mundo nos decía : tranquilos los gatos son muy listos y en unos días serán tan amigos… pasaron días, semanas y meses!! Y la situación no mejoraba. Podemos decir que nos acabamos acostumbrando a que nuestros gatos se ignorasen e incluso a que Vadú le diera más de un zarpazo a Lucas.
Cuando hacía un año que Lucas estaba con nosotros, nuestro veterinario nos recomendó a una etóloga. Así que contactamos con ella, vino a casa y la primera pauta que nos dió, fue la de que tenían que estar separados. En ese momento empezó nuestro calvario!! Primero ”adaptar” la casa para que estuvieran separados y después el estrés continuo de no dejarnos ninguna puerta abierta, ya que desde que los separamos la situación iba a peor! Vadú se volvió más agresivo. En un descuido Vadú se escapó y mordió a Lucas. Acabamos en urgencias y Lucas con 9 puntos. Fue horrible!! Teníamos un estado de nervios continuo e incluso por la noche no dormíamos bien, por miedo a que uno de los dos se escapara y Vadú volviese a morder a Lucas.
Después de este episodio la etológa nos recetó Prozac para Vadú. Se lo intentamos dar durante un par de semanas y vimos que no era eso lo que queríamos para nuestros gatos.
En un foro alguien nos recomendó contactar con Jordi. Era nuestra última esperanza, si no funcionaba tendríamos que dar en adopción a uno de los dos, pero no podíamos seguir viviendo así!!
Jordi enseguida contactó con nosotros y en un par de días ya nos hizo una visita. Le explicamos nuestro caso y le presentamos a nuestros gatos. Momento tenso… Nos dijo que abrieramos la verja que los separaba. Nosotros de los nervios y él tan tranquilo. Por supuesto cuando nuestros gatos se vieron creció la tensión y Vadú bufó, gruño e intentó dar un zarpazo a Lucas. Jordi se puso a su lado y les fue diciendo ”ssshhhh” y como por arte de magia ellos se relajaron. Después de darnos unas pautas llegó nuestro turno e intentamos dominar a las ”fieras”. La verdad es que no se nos dió mal para ser la primera vez.
Así es como empezó a mejorar la situación. Al principio solo podían estar juntos cuando nosotros estábamos en casa. Fue pesado, ya que uno de nosotros tenía que estar solo por los dos gatos para evitar enfrentamientos, pero finalmente cuando había pasado un mes decidimos quitar la verja y dejarlos todo el día solos y NO pasó nada!!
Vadú es un gato con un carácter ”especial” y eso complica la relación entre ellos. No puedo decir que sean amigos. Nunca van a ser los típicos gatos que juegan y duermen juntos. Vadú sigue sin aceptar a Lucas, pero sí que es verdad que nos vamos de casa sin el miedo de llegar y ver si se han hecho daño.
Gracias Jordi por tu ayuda y por tu amor hacia estos fantásticos animales!!!