Nana y Neo
per María del Mar Faiña
La verdad es que hace tiempo que Jordi me ayudó, pero he querido recordar mi historia porque la verdad es que me salvó la vida.
Tengo dos gatos, Nana, la mayor y Neo, el más jovencito. Cuando Neo llegó a Nana le costó acostumbrarse, pero al final todo fue bien. Estuvieron años juntos sin ningún problema. Pero llegaron las navidades de 2013 y debido a la visita de mi madre que venía con su gato, me llevé a los mios a casa de mi novio durante las dos semanas que mi madre se iba a quedar en mi casa. Se adaptaron sin problema al nuevo ambiente. Pero después de las dos semanas, cuando volvieron a mi casa, al salir de la cesta Nana se volvió loca, se puso a bufar a Neo, como si no le conociese y si se le acercaba saltaban chispas. Directamente los separé, estaba muy asustada porque nunca había pasado nada igual. Intenté juntarlos y Nana seguía fatal, así que desesperada por la situación los separé. Para que os hagais una idea vivo en una casa muy pequeña con un solo dormitorio, así que viví durante semanas con un gato en el dormitorio y el otro fuera, era una situación insostenible.
Pasado algo más de un mes, empecé a plantearme regalar a uno de mis gatos, os podéis imaginar lo que es eso los que queráis a vuestras mascotas tanto como yo, era como regalar un hijo. Como último intento decidí llamar a Jordi, fue una decisión difícil porque él tenía que venir desde Barcelona y en aquellos momentos mi situación económica era mala, pero no dudé.
Cuando Jordi llegó a casa me inspiró paz desde el principio. Me vio muy nerviosa y una de las primeras cosas que me dijo es que al final, acababa educando más a los dueños que a los animales y, en mi caso, fue totalmente así. Mis nervios me impedían trabajar con los gatos y él me tranquilizó mucho (aunque seguía con los nervios de punta). Juntó a los gatos con una rapidez increíble, sin que se pegaran, me parecía ciencia ficción. Nos explicó a mi novio y a mí cómo reaccionar, además le explicó a él cómo acercarse a Nana (siempre habían tenido una relación un poco complicada porque ella le bufaba y arañaba si se acercaba). Y nos dejó claras unas pautas QUE ME HAN SALVADO LA VIDA.
Cuando se fue….allí volvió mi desesperación. Estaba tan nerviosa que era incapaz de aplicar las pautas. El problema, que descubrí un poco mas adelante, es que mi casa era demasiado pequeña y con demasiados muebles, no podía controlarles bien en ese espacio, así que me los llevé a casa de mi novio y me meti en un cuarto solo con un sofa y una silla y me encerré con ellos JUNTOS (esa es la clave de todo) durante horas. Cada uno estaba en un rincon, los fui acercando muy poco a poco, primero hice que tuvieran contacto visual, cuando eso ya no estresaba a Nana les fui acercando, poco a poco. Después de muchas horas conseguí avances que nunca había imaginado y decidi volver a mi casa. Pero alli todo volvio a suceder, me volvi a poner nerviosa, los volvi a separar.
Este proceso se repitió hasta que decidí dejarlos juntos, estar tranquila y controlarlos. Me pasé días que estaban todo el día juntos excepto para dormir. Y cuando me sentí preparada pasamos la primera noche los tres juntos…y todo fue bien 🙂
La conclusión es que Jordi es un auténtico experto. Además es muy atento, lo tuve al teléfono en varias ocasiones cuando me sentía incapaz de dejarlos juntos y él me ayudó, me aguantó nerviosa, llorando…tuvo una paciencia infinita. Mi novio, que era totalmente escéptico, no podía creer lo que había conseguido.
¡Nos acordamos a veces de ti Jordi! Y recordamos cuánto nos has ayudado.
Gracias por todo 🙂