Nibi
per Marina
“Yo nací y me crié en la calle, y con 6 meses unas humanas me cogieron y tras unos días me llevaron a un sitio extraño con una humana que tampoco conocía de nada. La humana no me entendía, a mí me daba mucho miedo, así que me escondía, mordía cosas y lloraba mucho. Pidió ayuda a 2 etólogos, pero le aconsejaron que no me tocase y que me ignorase para no estresarme. Yo ya estaba estresada, y me sentía sola, pero tenía miedo de acercarme y que se acercasen a mí. Hasta que contactó con Jordi. No sé qué le dijo, pero desde que habló con él empezó a acercarse a mí de otra forma, con más tranquilidad y menos miedo. Se atrevía a tocarme más, y aunque me daba miedo poco a poco fui viendo que no sólo no me hacía daño sino que me daba gustito que me tocase. Estaba calentita y suave y me hacía cosquillas. Ya no tengo ganas de morderle las manos, sino de tumbarme cerquita de ella por si me acaricia de nuevo. Y como se ha portado bien le dejo darme besitos a veces, tampoco quiero que se malacostumbre esta humana osada. Gracias Jordi, ahora soy feliz y vivo tranquila… y a salvo.”
Nibi